El sentido de la acción descrita por un verbo de emoción puede ser
capturado lingüísticamente por diversos recursos tales como: marcas de tiempo,
aspecto, adverbiales y verbos de fase (empezar, terminar), y a su vez, también,
su contexto oracional puede alterarse por la presencia de uno de estos factores.
Sin embargo, estos dichos factores se tienen bien en consideración, será
posible deslindarlo y así obtener una identificación clara de su aspecto
léxico.
El problema que plantean los verbos de emoción en la oración es que a
pesar de que en el nivel semántico involucran el mismo tipo de entidades, a
nivel sintáctico la realización de cada uno de ellos muestra variación. Según
Martha Islas (2005), las entidades
semánticas son dos: un experimentante que sufre o contiene el estado
psicológico y un ‘tema’ que elicita o produce el estado psicológico, llamado
estímulo. Su realización sintáctica puede variar: a veces el experimentante
carga la función gramatical de sujeto, mientras el estímulo carga otra función,
como la de objeto directo, de objeto indirecto o de adjunto preposiciónal. Por
ejemplo:
Desde un enfoque léxico los verbos de emoción, los tipos de evento pueden generalizarse, según Islas (2005), en cuatro grandes grupos, según el tipo de situación a la que haga referencia cada verbo. Los que hacen referencia a una situación son movimiento ni dinamicidad, es decir a una situación estática, son los llamados estados (tener, saber), los que remiten a una situación dinámica y dejan en un segundo plano sus límites temporales, son las actividades (correr, soplar); los que son dinámicos y especifican sus límites temporales ( a veces incolucrando causa) son las realizaciones o accomplishments (lanzar -algo, pintar-algo); y, finalmente, los que son dinámicos, con límites temporales pero puntuales (ponen en primer plano el momento en que se da un cambio de estado) son los achievements o eventos puntuales (ganar, encontrar).
Los siguientes ejemplos son resultado de la aplicación de ciertas
pruebas realizadas por Martha Islas, cada uno de estos ilustran los cuatro
grupos antes mencionados:
De esto podemos concluir que el lenguaje es un universo lleno de
interrogantes que, mediante pruebas y análisis, pueden resolverse; y que dicha
resolución implicaría el conocer y profundizar en el campo psicológico y
pragmático del acto comunicativo.
DATOS BIBLIOGRÁFICOS
ISLAS, Martha.
(2005) Sintaxis Del Español e
Interfase Sintaxis-Semántica. Colección Humanidades. UAEM, México.
MARTÍNEZ, Carlos. (2009) Mi español: Libro de recursos para
profesores y estudiantes del idioma español. House, Indiana.
PUBLICADO POR KARINA CHAMOCHUMBI YANAC
PUBLICADO POR KARINA CHAMOCHUMBI YANAC
:) dulce karypatt muy buen tema" a veces el experimentante carga la función gramatical de sujeto" :)
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